Redacción
Tessa Hansen-Smith es una joven de 23 años que vive en California y que padece urticaria acuagénica, mejor conocida como alergia al agua, por lo que sufre irritaciones con el agua, sudor, saliva o lágrimas.
La enfermedad le fue diagnosticada cuanto tenía 10 años, por lo que desde muy joven ha aprendido a realizar sus actividades con esta condición. Sin embargo, eso no hace que cada día sea un verdadero reto.
Tessa sufre de erupciones en su piel si come frutas o verduras con mucha agua. Para ella, beber agua directamente le provoca cortes en la lengua.
Además, solo puede bañarse dos veces al mes. Tampoco puede realizar muchas actividades diarias ya que el sudor le provoca grandes malestares.
Por si las erupciones en la piel no fueran suficientes, el estar en contacto con el agua le genera fiebre, intensas migrañas y cansancio muscular. Llega a sentirse agotada rápidamente y por ende, no puede estar por mucho tiempo en reuniones con amigos o familiares.
La joven cuenta que ha encontrado en las redes sociales, como Instagram, una forma de socializar con las personas sin estar en riesgo de exponerse al cansancio, al sol u a otros factores.
Debido a que el caso de Tessa es intenso, debe tomar grandes cantidades de medicamentos para sobrellevar su enfermedad.
Con información de El Heraldo de México