Redacción
El Senado dio este miércoles el aval definitivo a la Estrategia Nacional de Seguridad del Gobierno de Claudia Sheinbaum, un documento que marca la ruta del nuevo sexenio en materia de seguridad. A siete meses del arranque de la actual administración, la aprobación representa un avance parcial: la discusión de las leyes secundarias tendrá que esperar a un periodo extraordinario previsto para este verano.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, acudió personalmente a la Cámara Alta para reunirse con legisladores y presentar cifras de los primeros meses de gobierno, como la baja en algunos delitos y avances en inteligencia. Según senadores presentes, evitó comparar la nueva estrategia con la de administraciones pasadas, pese a ser del mismo movimiento político.
La sesión del pleno fue breve y tensa. Aunque la mayoría morenista respaldó la estrategia, el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, llamó en repetidas ocasiones al orden ante el apuro de algunos legisladores por cerrar el día. Incluso senadores del PAN y Movimiento Ciudadano votaron a favor del documento, mientras que PRI, y algunos panistas y emecistas, expresaron reservas.
Luis Donaldo Colosio, de MC, insistió en reforzar las capacidades de las policías locales, muchas veces rebasadas por la violencia y con sueldos paupérrimos. El dictamen aprobado reconoce que solo en 16 estados los policías ganan el salario mínimo, unos 17 mil pesos mensuales.
Mientras tanto, las leyes complementarias siguen detenidas en la Cámara de Diputados, donde la oposición busca modificar artículos que, consideran, otorgan atribuciones excesivas a la Secretaría de Seguridad. No está claro aún el posicionamiento de los aliados de Morena, PT y PVEM, cuyas posturas podrían inclinar la balanza en verano.
La nueva estrategia intenta articular los “abrazos, no balazos” del sexenio anterior con un enfoque de fortalecimiento institucional. El modelo de Sheinbaum se apoya en la Guardia Nacional y una policía civil más técnica, bajo la tutela de Harfuch, en un intento por mostrar resultados concretos en un país golpeado por la violencia.
Con información de: El País