Redacción
Washington, E.U.- El Congreso de esta nación aprobó la noche de éste miércoles una polémica medida que impondrá un impuesto federal a las remesas enviadas desde el país hacia el extranjero.
La legislación, impulsada principalmente por legisladores republicanos, busca gravar con un porcentaje fijo todas las transferencias monetarias que residentes (incluidos inmigrantes) envían a sus países de origen, como parte de un esfuerzo por aumentar la recaudación y reforzar el control sobre los flujos financieros internacionales.
La ley establece un impuesto del 3.5% sobre el monto total de cada remesa, el cual deberá ser recaudado por las empresas de envío de dinero y transferencias electrónicas.
Se estima que esta medida podría afectar directamente a millones de personas, en su mayoría trabajadores migrantes que sostienen a sus familias en América Latina, Asia y África.
Grupos defensores de los derechos de los inmigrantes y economistas han criticado duramente la decisión, señalando que penaliza a las comunidades más vulnerables y podría fomentar el uso de canales informales de envío.
Según cifras del Banco Mundial, en 2024 se enviaron más de 70 mil millones de dólares en remesas desde Estados Unidos, siendo México, India, Guatemala y Filipinas algunos de los principales destinos.
La medida aún debe ser firmada por el presidente, quien no ha confirmado si apoyará la legislación. Mientras tanto, organizaciones civiles ya preparan recursos legales para intentar frenar su implementación.