La Silla Rota
CDMX.- Se trata de una estafa antigua que cobra fuerza de nueva cuenta. Imagine usted que va caminando por la calle y de repente encuentra un fajo de dinero, el billete que cubre a los demás es de 100 pesos, una liga los tiene bien amarrados -casi al borde de zafare-, y usted piensa que es una fortuna, pero no, se trata de una estafa.
Así funciona:
Mientras usted camina por la calle, en el piso hay un fajo de billetes y se le hace fácil levantarlo. Desde ese momento ya es la víctima.
Un hombre o mujer, se acerca usted y le dice que también lo vio.
Para engancharlo, le dice que el/ella vio a quién se le cayó y si no lo reparten, va a gritar que usted se lo robó.
Si usted intenta sacarlo de la bolsa, le dicen que no lo saque, que lo van a ver.
Lo observan y le dicen: ¿cuánto traes?, dame eso y ya te quedas con lo demás.
La víctima piensa que en su bolsa tiene una suma grande dinero, pero no es así.
La víctima ofrece lo que traiga en su cartera: 100, 200 o 500, pero los delincuentes son abusivos y no se detienen ahí.
Le quitan el reloj e incluso ahora, les piden el celular
Algunos siguen trabajando con la mente de las personas y les dicen: Con lo que tienes ahí te puede comprar como cuatro celulares iguales o uno más chido.
El hombre se aleja y te deja el dinero, pero usted ya sufrió un robo sin que se diera cuenta.
Cuando llega a un lugar seguro y observa el fajo de dinero, se da cuenta que en realidad, sólo el primero es verdadero, en algunos casos ni el primero, y todos los demás son papeles o billetes falsos. Aunque esta estafa no tiene violencia incluida, no es necesaria, es un delito.