Al penal adolescentes que degollaron a anciana en la Palomino Dena

Redacción

Aguascalientes, Ags.- El rencor y el odio  fueron los motivos que orillaron a dos jóvenes a quitarle la vida a una mujer de 68 años que respondía al nombre de María Landeros Prado, a quien le propinaron varios golpes en la cabeza, tórax y posteriormente, para asegurarse que estuviera muerta, la degollaron con un cuchillo de los conocidos como “cebolleros”.

Se trata de Carlos Alberto Esqueda  Gallardo de 19 años apodado “EL CHORIZO” y su cómplice Ricardo de 16 años, apodado “EL RICKY”, ambos detenidos por elementos de la Policía Municipal y puestos a disposición del Agente del Ministerio Público.

El crimen fue descubierto, cuando vecinos del lugar se cuestionaron por la presencia de la hoy finada, toda vez que desde muy temprana hora salía a realizar algunas actividades de limpieza entre los vecinos y al asomarse a su domicilio ubicado en la calle Antonio Medina Romo, encontraron a los dos presuntos responsables dormidos, por lo que inmediatamente solicitaron la presencia de una patrulla. 

Los dos jóvenes aseguraron que eran nietos de la mujer asesinada y que los había dejado quedarse a dormir, sin embargo no supieron explicar las manchas de sangre en sus tenis y ropa.

Por tal motivo los dos jóvenes fueron subidos a una patrulla y trasladados antes el Ministerio Público. 

Ya a disposición del AMP, Carlos Alberto declaró que el día de los hechos, junto con Ricardo, comenzaron a drogarse con pastillas psicotrópicas y alcohol, por lo que ya de noche se fueron al cerro y al estar platicando recordó que conocía a una mujer de nombre María que lo cuidaba junto con sus hermanos, cuando eran pequeños, pero que esta les pegaba y no les daba de comer, por lo que le tenía mucho rencor y odio; además sabía que recibía un apoyo del gobierno y no lo gastaba, por lo que pensaron en meterse a su casa a robarla.

Sin embargo al ser descubiertos por la sexagenaria, le dieron una brutal golpiza para evitar que los denunciara y al final decidieron degollarla para garantizar que estuviera muerta, siendo el joven de 16 años, quien dio el golpe final.