Redacción
La primera entrega de la saga ‘Rambo’, bautizada como ‘Acorralado’ en España, ha dado mucho de qué hablar desde su estreno en 1982. Al margen de su valor como película de acción en la que Sylvester Stallone brillaba con luz propia, también funcionaba como crítica a la fría acogida que recibieron muchos soldados estadounidenses al regresar de Vietnam. En el filme, John Rambo, un veterano de guerra, es acosado por la policía de una pequeña localidad, y se ve obligado a usar sus habilidades de combate y supervivencia para escapar de las autoridades. Lo más sorprendente de todo es que, según un operativo ya retirado de la Delta Force estadounidense, las tácticas que emplea el personaje son realistas, y apenas se alejan de lo que haría un soldado con el entrenamiento de Rambo.
Un antiguo soldado de élite estadounidense analiza ‘Acorralado (Rambo)’, y sus conclusiones son claras: “El realismo roza el diez
A principios de abril de 2025, el canal de YouTube Insider subía un vídeo titulado ”Un operativo de fuerzas especiales califica diez escenas de la Delta Force y otras fuerzas especiales en el cine y cómo de realistas son”. En él, Bob Keller, antiguo miembro de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos y la Delta Force, usa su experiencia personal para analizar el rigor de escenas de películas famosas como ‘Black Hawk Derribado’, ‘Delta Force’, ‘Apocalypse Now’ o la primera entrega de la saga ‘Rambo’. La crítica en cuestión a esta última película comienza alrededor del 12:40 de este vídeo:
“En ‘Rambo’, el protagonista es un antiguo soldado de las fuerzas especiales veterano de Vietnam. Este tipo de cosas, como las trampas y demás, es 100% real. A los soldados de fuerzas especiales se les entrena para crear trampas en el entorno y a sobrevivir. A soldados como Rambo se les entrena en este tipo de cosas, y lo ha estado haciendo en Vietnam durante años, así que sí, es realista que sepa vivir en un bosque y usar los recursos a su disposición”, revela Keller.
“Cuando un militar vuelve a la vida civil, lo común es que use sus habilidades para montar un negocio propio como seguridad privada. No obstante, en casos como el de Rambo, que se unió al ejército a los 17 años, puede tener muchas dificultades para ajustarse a su nueva vida, lo que justificaría parcialmente el comportamiento del personaje: lo mostrado podría pasar de verdad. No es nada descabellado. Le doy un nueve y medio sobre diez en realismo”, sentenciaba.

En ‘Acorralado (Rambo)’, John Rambo (Stallone) es un veterano de Vietnam de vuelta en los Estados Unidos. Tras visitar a la familia de un antiguo camarada que ha fallecido de cáncer, transita a pie por la pequeña localidad de Hope, en Washington. Will Teasle (Brian Dennehy), el sheriff del lugar, lo confunde con un vagabundo y criminal en potencia, por lo que lo expulsa con desprecio. Ignorando las amenazas veladas del policía, Rambo decide volver al pueblo, y Teasle lo arresta. Mientras está encerrado, Rambo es torturado por otros policías, lo que propicia que afloren recuerdos traumáticos de su cautiverio en Vietnam, y recurre sus habilidades de combate para huir hacia los bosques de la zona. De esta manera, se inicia un peligroso juego del gato y el ratón: por una parte, Rambo solo quiere que lo dejen en paz, mientras que las autoridades están obcecadas con apresarlo a toda costa, no siendo conscientes del peligro real que representa un hombre con su entrenamiento.
Durante muchos años, la caracterización de John Rambo, así como la forma de plasmar sus habilidades de combate y supervivencia mediante la elaboración de trampas en el bosque, han sido una gran fuente de debates. Mientras que Bob Keller considera que estas secuencias cuentan con un gran realismo, en otras ocasiones, veteranos de la Guerra de Vietnam le contaron al propio Stallone que tácticas como infundir miedo simplemente con un cuchillo eran poco veraces. Con este nuevo análisis reciente, se vuelve a poner esta misma cuestión sobre la mesa.
Más de cuatro décadas después de su estreno en cines, ‘Acorralado’ sigue generando tanto críticas como admiración, especialmente por parte de quienes, en el mundo real, poseen entrenamiento militar y habilidades similares a las mostradas por el personaje de Sylvester Stallone en la película. Aunque el tono reflexivo de la primera cinta se diluyó con sus secuelas, el largometraje original sigue siendo reivindicado como una representación muy cruda y honesta de las secuelas psicológicas que deja la guerra en muchos soldados. El veredicto a favor de militares como Bob Keller no solo refuerza la verosimilitud de la película, sino que también invita a su revisionado con otros ojos: la ficción representada no se aleja tanto de la realidad como parece.
Con información de MeriStation