Redacción
Aguascalientes, Ags.-Como desde hace varios años, cada 8 de marzo las mujeres en Aguascalientes (y en todo México) salimos a las calles manifestando las ausencias y las violaciones a nuestros derechos humanos, laborales, económicos y culturales. Este 2021, tras un año complejo para todas, esperábamos manifestarnos libre y pacíficamente, visibilizando que a pesar del distanciamiento social que vivimos en todo el mundo, las mujeres estamos juntas y el patriarcado nunca más tendrá la comodidad de nuestro silencio.
El Municipio de Aguascalientes y el Gobierno estatal decidieron generar un mega operativo de seguridad con un gran despliegue de elementos policiacos, bajo una total política de represión, haciendo vallas humanas con granaderos y policías “de género”, quienes en un primer momento ignoraron toda acción, esperando a que el contingente fuera disipándose. Alrededor de las 22:30 horas decenas de vehículos policiales comenzaron a llegar por todos los puntos de alrededor a la plaza, los elementos comenzaron a detener a las manifestantes -incluyendo menores de edad y personas que nada tenían que ver con la manifestación- con uso excesivo de la fuerza.
Contamos con evidencia de su actuar hacia las compañeras: jalones de cabello, empujones al piso, patadas directas, golpes con puño cerrado, algunas tras perseguirlas fueron tomadas de brazos y torso con fuerza excesiva y esposas tan ajustadas que lastimaron sus muñecas. Esto se suma a la violencia psicológica generada, en todo momento usando lenguaje sexista, violento y misógino: “órale culera, órale perras, a ver si así muy muy culeras”…
El proceso legal es todavía más violento, excediéndose de procesos burocráticos, alargando el tiempo para que, quienes fueron detenidas y puestas a disposición de la autoridad judicial, tardarán aún más en salir en libertad.
La mayoría recibió tratos no dignos fuera y dentro del Complejo de seguridad, todas estas arbitrariedades serán denunciadas hasta las últimas consecuencias.
Las intervenciones realizadas en cada uno de los puntos a lo largo de la manifestación fueron producto de la rabia, la indignación y le hartazgo de nosotras las mujeres de Aguascalientes, ante la ineptitud e ineficiencia del Estado, esta es una muestra más del odio que nos tienen pero a la par del temor que tienen de perder su poder. Les recordamos que nunca un bien material estará por encima de las vidas y los derechos de las mujeres a vivir una vida libre de violencia.
El discurso de odio se hace cada vez más visible y palpable, primero en el Congreso y ahora en las calles, donde el uso del poder y la fuerza nos ponen en desventaja ante un Estado Represor y misógino que bien ilumina los monumentos de morado y se “suma” a las acciones por el 8M en la palabra, pero no en la acción. Ya basta de palabras bonitas y felicitaciones, queremos acciones concretas en materia de derechos humanos para las mujeres.
Exigimos el cese inmediato a las acciones de represión, se tengan protocolos de actuación policial a primeros respondientes que tengan apego a los Derechos Humanos y perspectiva de género, sensibilización y capacitación en atención de primer contacto a mujeres así como eliminación de prácticas de re victimización y desaparición forzada, a la Comisión de Derechos Humanos que otorgue acompañamiento a las compañeras que se encuentran detenidas y a quienes se pretenden consignar además de que responda con apego a derecho la queja interpuesta en contra de las y los policías represores, a la Secretaría de Seguridad Pública la garantía de no repetición. Y pedimos que dejen de usar a las compañeras como chivos expiatorios.
Ningún monumento vale más que nuestras vidas, seguridad e integridad.
¡Qué tiemble todo! Que ayer quedó claro que somos muchas, que luchamos por todas y nuestras mareas se harán tsunamis.
#MujeresXDerechosAgs