Abusar de las tarjetas de crédito causa dolores y daña la salud

Redacción

Ciudad de México.-Usar en exceso las tarjetas de crédito puede perjudicar la salud.

Todos estamos muy emocionados por la llegada del Buen Fin. A partir del miércoles 10 de noviembre, miles de comercios en México aplicarán descuentos a sus productos y podremos comprar ese electrodoméstico que nos urge o consentirnos con el capricho que nos merecemos. Sin embargo, estas ofertas irresistibles pueden seducirnos y hacernos gastar más de lo planeado.

Así, una situación que en principio iba a ser beneficiosa para la economía familiar da un giro de 180 grados y se vuelve en nuestra contra: con las promociones, abusamos de la tarjeta de crédito, nos endeudamos, terminamos pagando intereses muy altos, comisiones o recargos y perdemos el control de nuestras finanzas.

Esto genera estrés y a la larga, puede perjudicar nuestra salud. Esa es la conclusión principal de un estudio publicado recientemente por la Universidad de Misuri, que advierte de los problemas que acarrean niveles muy altos de endeudamiento.

La investigación, titulada “Trayectorias de la deuda no garantizada y la salud en la mediana edad”, se propuso determinar hasta qué punto las deudas que adquieren las personas en su vida adulta pueden mermar con los años su bienestar físico y mental. Los resultados son concluyentes: la preocupación que genera el endeudamiento provoca, con el tiempo, rigidez en las articulaciones y dolores que interfieren en su vida diaria.

“La acumulación de deudas a lo largo del tiempo, el tener deudas constantes y el pago de estas se asocian con una mayor interferencia de dolor y rigidez, en comparación con aquellas personas que tienen poca o ninguna deuda”, explica el estudio.

En concreto, los expertos se centraron en los efectos de la deuda no garantizada, es decir, aquella que se concede sin necesidad de un aval u otro tipo de respaldo. Las tarjetas de crédito, las facturas médicas o de servicios públicos son ejemplos de este tipo de financiamiento. Como representan un mayor riesgo para el prestamista, suelen tener tasas de interés más altas y por tanto, generan más estrés.

Para el análisis, los expertos examinaron datos de casi 7,900 personas nacidas en la generación del “baby boom”. Utilizaron información del Departamento de Trabajo para inspeccionar la salud financiera que tuvieron estos ciudadanos a la edad de 28 a 40 años. Después, comprobaron cuál es su estado de salud actual, a los 50 años, aproximadamente.

Encontraron que los individuos que soportaron altos niveles de deuda durante un período largo de tiempo tenían un 76% más de posibilidades de sufrir dolores de articulaciones y rigidez, en comparación con quienes no habían solicitado ese tipo de financiamiento.

“Los encuestados que habían pagado deudas a lo largo del tiempo reportaron peor salud que aquellos que permanecieron en niveles relativamente bajos de deuda, lo que demuestra que la tensión duradera de la deuda no garantizada afecta a la salud de la mediana edad”, indica la investigación.(Foto: Graciela López/Cuartoscuro) 
(Foto: Graciela López/Cuartoscuro)

Así, las personas que soportaron durante más tiempo esa situación de estrés sufren en general más dolores, pero no solo influye el tiempo de exposición sino también, el momento de la vida en que se solicita el crédito. Cuanto más tarde pides el préstamo, peor.

“El momento del endeudamiento puede tener consecuencias para la salud. La acumulación de deuda reciente, y no la deuda a edades más tempranas, se asoció más con el deterioro de la salud en la mediana edad. Los estudiosos han argumentado durante mucho tiempo que la deuda no garantizada se clasifica por edades: los individuos más jóvenes se endeudan cuando son jóvenes para invertir en el futuro, suavizar los ingresos y pagar esa deuda a medida que envejecen. Por lo tanto, el aumento de la deuda en la mediana edad puede ser indicativo de un evento de ciclo de vida “fuera de tiempo” o “no normativo” que crea estrés y socava la salud”, sostiene la investigación.

Según los investigadores, los efectos se mantuvieron incluso después de que la deuda fuera saldada. Personas que ya habían liquidado su crédito tenían un 50% más de probabilidad de sufrir dolores que quienes nunca habían solicitado este recurso.

De esta forma, el estudio de la Universidad de Misuri revela que endeudarse no solo afecta a las finanzas familiares sino que también acarrea problemas serios de salud. Sus autores subrayan incluso la necesidad de seguir analizando hasta qué punto el estrés económico puede provocar migrañas o dolores crónicos como las molestias lumbares.

Por ese motivo, de cara al Buen Fin es muy importante controlar los gastos y evitar opciones de crédito a largo plazo. Te dejamos aquí una serie de recomendaciones para que evites endeudarte.(Foto: Crisanta Espinosa Aguilar/Cuartoscuro)(Foto: Crisanta Espinosa Aguilar/Cuartoscuro)

* Recomendaciones para evitar endeudarse en El Buen Fin:

1. Haz un plan. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda a los consumidoreselaborar un presupuesto para definir claramente lo que necesitan adquirir.

2. Compara precios: la Condusef recuerda que es importante verificar los precios en cada establecimiento. “Eso te permitirá conocer si realmente pagarías el mismo precio a meses que si lo compraras de contado”. Para esto, puedes utilizar la herramienta “Quién es quién en el Buen Fin”.

3. Analiza si puedes pagar: asegúrate de que podrás afrontar las mensualidades sin riesgo de incumplir.

4. Compra bienes duraderos: adquiere artículos cuyos beneficios o vida útil se prolonguen más allá de tu deuda. “No es recomendable que utilices el esquema de pagos a plazos para compras menores, o que se van a repetir el siguiente mes como la despensa”, indica Condusef.

5. Paga a tiempo: de otra forma, el prestamista te cobrará recargos.

6. Liquida tu adeudo: puedes liquidar el monto restante de la promoción antes del plazo establecido. En algunos bancos tienes que avisar de que deseas liquidar tu adeudo, directamente en la sucursal o por teléfono. En el caso de tener más de dos tarjetas, la mayoría de asesores financieros recomienda seguir el Método avalancha, según explica en una publicación el diario New York Times. Esta opción consiste en realizar el pago mínimo de todas tus tarjetas para evitar cargos por retrasos, y destinar el dinero extra que tengas a la tarjeta que tenga la tasa de interés más elevada. Cuando hayas terminado de pagar ese saldo, sigue con otra tarjeta.

7. Elimina los datos personales y bancarios de los sitios webs: muchos comercios te ofrecen la opción de guardar tu información bancaria y personal para facilitar futuras compras. Y precisamente ahí está el peligro. Esta comodidad a veces empuja a incurrir en más gastos.

8. Busca ayuda en agencias de asesoramiento crediticio sin fines de lucro: si aún tienes dudas para liquidar tu crédito y sanear tus finanzas, apóyate en este tipo de agencias que te ofrecerán asesoramiento gratuito.

Con información de Infobae