Despiden al Papa Francisco en emotiva misa en San Pedro

Redacción

Miles de fieles y autoridades de todo el mundo despidieron este sábado al Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, en una ceremonia encabezada por el Cardenal Giovanni Battista Re, Decano del Colegio Cardenalicio, quien destacó el legado de humildad, misericordia y cercanía del pontífice argentino.

Más de 200 mil personas se congregaron para participar en la misa exequial del Papa número 266, fallecido el pasado lunes 21 de abril a los 88 años. “Estamos reunidos en oración en torno a sus restos mortales con el corazón triste, pero sostenidos por las certezas de la fe”, expresó el Cardenal Re al inicio de la homilía.

La ceremonia, sobria como fue la voluntad de Francisco, reflejó la dimensión universal de su pontificado: delegaciones de decenas de países, representantes de otras religiones y miles de fieles acompañaron el último adiós. “La masiva manifestación de afecto nos muestra cuánto ha tocado mentes y corazones el intenso pontificado del Papa Francisco”, subrayó el cardenal.

Durante su intervención, Re recordó la última aparición pública del Papa, el pasado Domingo de Pascua, cuando, pese a sus problemas de salud, impartió la bendición desde el balcón de la Basílica de San Pedro. “Fue su último abrazo con todo el Pueblo de Dios”, dijo.

Inspirado en el Evangelio de Juan, el Cardenal Re vinculó la figura de Francisco con la de Pedro, el primer pontífice. “A pesar de su fragilidad y sufrimiento final, el Papa Francisco eligió recorrer el camino del servicio hasta el último día de su vida terrenal”, afirmó.

En su repaso de la vida del pontífice, el cardenal recordó su paso por la Compañía de Jesús, su servicio pastoral en Buenos Aires y la elección de su nombre en honor a San Francisco de Asís, que marcó un estilo de cercanía y opción preferencial por los pobres.

“El Papa Francisco fue un hombre profundamente sensible a los dramas actuales, que realmente compartió las preocupaciones, los sufrimientos y las esperanzas de nuestro tiempo de globalización”, señaló Re. También resaltó su incansable defensa de la paz, su llamado a “construir puentes y no muros” y su promoción de la “cultura del encuentro” frente a “la cultura del descarte”.

Hacia el final, el Cardenal Re evocó una de las frases más repetidas por Francisco: “No se olviden de rezar por mí”. Con voz emocionada, concluyó: “Querido Papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros y que desde el cielo bendigas a la Iglesia, bendigas a Roma, bendigas al mundo entero”.

Con este mensaje de gratitud y esperanza, la Iglesia universal despidió a un pastor que, como él mismo soñaba, vivió y murió “con olor a oveja”.