Adiós al Zacatepec, desaparece otra vez

Francisco Espinosa

Aguascalientes, Ags.- El Zacatepec, uno de los equipos más emblemáticos del futbol mexicano, volverá a sufrir un tropiezo más en su atropellada historia llena de altibajos directivos, provocada por el caos que se ha estacionado en el futbol mexicano durante décadas. El cuadro de Morelos desaparecerá una vez más de la órbita del balompié nacional, luego de que el presidente del equipo, Gerardo Verduzco, les informara a los jugadores que fueran buscando un nuevo equipo, según nos contó una fuente cercana a la directiva.

El equipo fundado en 1920 y que años más tarde llegaría a la gloria de la mano del legandario Ignacio Trelles, ha sufrido altibajos dirigenciales desde 2003, cunado desapareció luego de un par de décadas alejado del primer plano del futbol mexicano, mientras la identidad con la selva cañera se iba perdiendo de a poco, debido al manoseo emocional de una de sus más grandes pasiones.

Ahora, tras numerosos intentos de resurgimiento y luego de que en 2014 parecía que un proyecto serio se instalaba de forma definitiva en busca de lograr el anhelado ascenso a Primera División, al menos 27 jugadores profesionales están envueltos en la incertidumbre de no saber si tendrán trabajo para el próximo torneo. “Hay muchos jóvenes preocupados por que su futuro no se difumine y otros con hijos, consternados por no tener claro de dónde tendrán ingresos en los próximos meses”, explicó nuesta fuente.

Con esto, el renovado Estadio Agustín Coruco Díaz, se quedará sin futbol de Liga de Ascenso y con sus poco más de 24 mil butacas vacías. Mientras, en el grupo de jugadores, la preocupación ha dominado sus pensamientos, al igual que el cuerpo técnico.

“Eso sí, hay que dejar claro que la directiva se ha portado muy bien con todos. No hay adeudos de pagos, tan solo de algunos premios que se consiguieron por rendimiento que se pagarán, tal como se ha comprometido el presidente del club”, precisó nuestra fuente.

A días de que se haga oficial, se espera el malestar de una afición apasionada que verá cómo volverá a deambular en el abismo de indiferencia del profesionalismo, a la espera de que nuevos proyectos confíen e inviertan en suelo cañero, donde parece ser que el futbol se niega a llamar hogar.