Con un paso gris Necaxa celebrará su 93 aniversario

Francisco Espinosa

Aguascalientes, Ags.- Pasó mucho tiempo para que el Estadio Victoria volviera a respirar aire de Primera División, pero sobre todo para que experimentará una emoción genuina a la altura de la expectativa generada desde aquella polémica mudanza desde Ciudad de México en 2003.

Hace poco más de una semana, Edson Puch puso el balón en el punto penal de la portería norte para después cobrar al estilo Panenka; un golazo que generó algo que en Aguascalientes hace mucho no se sentía.

A unos días de su aniversario 93, el gol del chileno es la única gota de éxtasis pasional que los necaxistas han vivido en la máxima categoría del futbol nacional. Tras cinco jornadas, los Rayos suman tres empates y dos derrotas; pobre sumatoria para tanta historia, pero sobre todo para quien pretende que su la aventura del máximo circuito no se quede en un esporádico recuerdo de una temporada, tal como ha sido la suerte de los últimos benjamines: Dorados y Leones Negros.

Con esporádicos momentos de juego colectivo, la estrategia necaxistas parece estar limitada a los pies de Edson Puch, flamante campeón de América que se ha convertido –con muy poco- en la esperanza de un futuro próximo que entregue mejores resultados. El chileno, por momentos intermitente, ha mostrado un evidente fastidio cuando se da cuenta que su actual equipo no tiene ni de cerca la dinámica de su selección, ni tampoco la postura de ir a buscar el partido antes de preocuparse por el rival.

En el banco, Alfonso Sosa no disimula en mostrar su enojo por cuestionamientos de la prensa por sus decisiones tácticas y de alineación. De reojo está el descenso sufrido con Leones Negros, algo que al aficionado necaxista le empieza a preocupar por las similitudes que hasta este momento se han presentado. Sin la presencia notable de los refuerzos que debieran marcar una diferencia –con excepción de Barovero y Puch-, el destino va teniendo tintes de descenso.

Mientras Sosa intenta apresuradamente resolver el caos que tiene en la lateral izquierda, y el poco juego colectivo que por momentos solo se vio frente a Pumas, el calendario le pone de frente a Xolos de Tijuana, quien presume jugar en la puerta de Latinoamérica y el liderato de la liga.

Este sábado, se espera una celebración modesta que incluye partir un pastel cumpleaños a medio tiempo por los 93 años de un club que de a poco ha construido afición en un terreno muy lejano de sus orígenes.

La fiesta programada puede ser de despedida para un entrenador y tal vez el inicio de una debacle emocional con destino al terreno conocido llamado Ascenso MX.

Con la urgencia de sumar de a tres, a los aficionados les interesa muy poco el cómo. La primera victoria de Necaxa en Primera se anhela más que el propio regreso por el que tanto se sufrió. Da igual si es por un autogol, una pelota clavada en el ángulo, si es de Puch, de González o de Díaz. El espíritu deportivo está de más: lo importante es ganar, solo competir está de más.