7 muertos en enfrentamientos y balaceras en Jalisco

El Economista

Guadalajara, Jal.- Al menos siete personas murieron y 15 más resultados heridas durante varios ataques de presuntos miembros de un cartel de las drogas en Jalisco, en un nuevo desafío a las autoridades que incluyó disparos a un helicóptero militar, bloqueos y el incendio de vehículos en varias localidades de manera prácticamente simultánea.

Los presuntos narcotraficantes usaron autobuses y camiones para cerrar importantes vías de la capital Guadalajara y otras ciudades de Jalisco, en una aparente reacción al inicio de una operación federal contra el crimen organizado en ese estado que por varios meses se ha visto afectado por un resurgimiento de la violencia, informó el gobierno estatal.

En uno de los ataques dispararon contra un helicóptero del ejército que participaba en la operación a tres soldados  además de herir a 10 más y a dos policías federales, informó la Secretaría de la Defensa Nacional. La aeronave se vio obligada a aterrizar de emergencia y tres militares fueron reportados como desaparecidos.

El gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, dijo en una rueda de prensa que los distintos hechos de violencia fue una reacción del crimen organizado al inicio de la operación federal. El viernes fue el arranque también de un fin de semana largo al coincidir con el Día del Trabajo, día de descanso obligatorio.

Sandoval dijo que las acciones incluyeron 29 bloqueos en todo el estado, el incendio de cinco gasolinerías y cuatro enfrentamientos. Añadió que se había detenido a 15 personas.

A través de su cuenta de Twitter, el vocero del gobierno del estado, Gonzalo Sánchez, señaló que de los siete fallecidos, tres son los militares, un policía estatal, un civil y dos presuntos delincuentes.

El mandatario estatal no mencionó a ningún grupo en específico, pero su vocero dijo después diario El Universal que se cree que se trató del Cartel de Jalisco Nueva Generación, una de las organizaciones más poderosas del narcotráfico en México y que el mes pasado mató a 15 policías estatales en una emboscada, en el peor ataque letal en una sola acción contra fuerzas de seguridad en la historia reciente.

Analistas consideraron que los ataques habrían sido un intento de ese cartel de mostrar su poder de fuerza ante posibles acciones de las autoridades para capturar a su líder.

Alejandro Hope, experto de seguridad y ex funcionario del servicio de inteligencia de México, dijo a The Associated Press que el tipo de reacción -con ataques a un helicóptero militar y ataques en varios lugares del estado- muestra que es una organización “cohesionada” que tiene capacidad de reaccionar ante los embates de la autoridad.

Consideró previsible que los miembros de la organización “van a apretar su seguridad”, por lo que la detención del líder podría retrasarse.

Las autoridades consideran a Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, el líder de la organización.

Para Hope, las autoridades “apuntaron demasiado rápido a la cabeza” y recordó que cuando las autoridades detienen a los liderazgos de los carteles sin haber afectado las estructuras intermedias se da una reacción violenta, en tanto tienen aún la capacidad de reacción.

Luego de que marinos mataran en 2009 a Arturo Beltrán Leyva, el líder del cartel que lleva sus apellidos, se desataron varios brotes de violencia mientras se fragmentaba esa organización, lo que para Hope mostró que la estructura no había sido atacada.

El gobierno de Jalisco se mantenía alerta hasta la tarde del viernes.

“Es una muestra de poder frente al gobierno”, dijo a la AP Jorge Chabat, experto en seguridad del Centro de Investigación y Docencia Económicas. “Lo cual creo que es una mala apuesta, porque al final no creo que va a hacer que el gobierno federal los deje tranquilos”, añadió.

En otros estados de México, carteles de las drogas han realizado bloqueos y ataques contra autoridades, pero no se tenía registro hasta ahora de acciones en tantos lugares de manera simultánea.

En las últimas semanas también se han registrado incendios de vehículos y bloqueos en ciudades de Tamaulipas, un estado fronterizo con Texas, atribuidas a reacciones de grupos asociados al cartel del Golfo por la captura de algunos de sus líderes locales.

Desde diciembre, el presidente Enrique Peña Nieto señaló que Jalisco era considerado uno de los estados más conflictivos en materia de seguridad, junto con Tamaulipas, Guerrero y Michoacán. Entonces dijo que se daría prioridad en los planes de seguridad, aunque los hechos de violencia han continuado, sobre todo en los primeros dos.

Temprano en el día, las autoridades de Jalisco pidieron a los habitantes de esa ciudad que se abstuvieran de salir de sus casas mientras trataban de apagar vehículos que fueron incendiados y que bloqueaban las calles de Guadalajara.

Las conflagraciones también fueron reportadas en Puerto Vallarta, un popular destino turístico.

El Cartel Jalisco Nueva Generación se fortaleció en los últimos años mientras que otros grupos rivales, como Los Caballeros Templarios y Los Zetas, eran debilitados.

Nueva Generación operaba como una facción de Ignacio “Nacho” Coronel, uno de los líderes del cartel de Sinaloa que murió en julio de 2010 en una operación federal.

Tras su muerte, el grupo actuó por su cuenta y creció al punto que el Departamento de Estado estadounidense señaló hace unos días que era ya uno de los grupos más poderosos del narcotráfico.

“Inicialmente se le veía al Cartel Jalisco como una especie de franquicia o sucursal del cartel de Sinaloa, pero ha venido cobrando autonomía acelerada”, dijo Hope. “Ya son un actor importante del mundo criminal por sí mismos”,