Redacción
Cd. de México.- Recientemente, la FDA (Food and Drug Administration) ha aprobado el llamado «viagra femenino». La decisión había sufrido vaivenes años atrás, cuando la FDA había votado en contra en el 2010 y en el 2013. Este año la votación también dio que hablar, dado que no fue una decisión unánime: fueron 18 votos positivos contra 6 negativos. La droga en cuestión es la flibanserina, una molécula orgánica sintética que, a diferencia de lo que uno puede suponer, no es hormonal. Conozcamos un poco más a este nuevo estimulante, que tanto se hizo esperar.
5. Poco se parece al viagra
Pfizer, el inventor del viagra, se dio por vencido años atrás en la búsqueda de un estimulante sexual femenino. Su famosa pastilla azul actúa aumentando el flujo sanguíneo en el miembro del hombre, aumentando significativamente su desempeño. Sin embargo, un estudio del mismo Pfizer mostró beneficios del viagra en mujeres con cuadros depresivos. Desde ese momento, la industria farmacéutica, en una carrera por descubrir la sustancia indicada, se concentró en posibles hormonas y neurotransmisores que incrementen el deseo sexual.
4. El objetivo es combatir la anafrodisia
La anafrodisia, o en otras palabras, el deseo sexual inhibido, es la disfunción sexual más común entre las mujeres. Los científicos creen que la causa detrás de estos cuadros involucra hormonas y neurotransmisores, en especial dopamina y serotonina. Actualmente, los especialistas creen que la anafrodisia es parte de otro cuadro más general, denominado desorden sexual femenino de interés/excitación (FSIAD, en inglés). La idea es similar, aunque hay algunas diferencias: el problema tiene que ser sostenido en el tiempo y generar angustia y mal humor en la mujer. Además, no puede ser directamente causado por desórdenes que no estén relacionados mentalmente con el sexo, con episodios de estrés o con alguna droga determinada.
3. No es una tarea sencilla
Hay cierto escepticismo acerca de la capacidad que puede tener una droga en aumentar la libido de la mujer. Como no podía pasar de otra manera, la fisiología detrás del placer de la mujer es sumamente compleja. Los especialistas creen que no siempre se necesita una cura farmaceútica para una condición dada. A veces, los pacientes suelen sobremedicarse sin realmente necesitarlo, como pasa en muchos casos de depresión. En este contexto, la flibanserina puede ayudar a un reducido número de mujeres. Está destinada solo a aquellas que solían tener una libido importante, pero que luego lo perdieron sin explicación alguna, generándole una sensación general de angustia y afectándole el humor.
2. Funciona como un antidepresivo, pero no lo es
La flamante flibanserina fue desarrollada originalmente como un antidepresivo. Su mecanismo de acción es análogo a los inhibidores de serotonina (SSRI), en el sentido de que actúan sobre receptores de neurotransmisores expresados en el cerebro y se cree que promueve el balance entre neurotransmisores. Sin embargo, mientras los SSRI gatillan la liberación de serotonina (la cual puede apaciguar el deseo sexual), la flibanserina es muy poco probable que lo haga.
1. ¿El futuro está en la testosterona?
Luego de la menopausia, la disminución de la libido es un fenómeno normal. Este evento en la vida de la mujer coincide con la reducción de testosterona en sangre. Así es: las mujeres también poseen testosterona… tal vez no seamos tan distintos como creemos. La FDA no dudó en bajarle el pulgar a la idea de emplear testosterona en casos de disfunción sexual. Los científicos temían por el alto riesgo de promover cáncer de mama o infartos en mujeres menopaúsicas. Así y todo, existe numerosa evidencia científica que indica que dosis bajas de testosterona son seguras y eficientes en mujeres posmenopaúsicas. En este sentido, es bastante común que obstetras y ginecólogos prescriban pequeñas dosis de testosterona, lo cual no está permitido por la FDA y que ademas no están cubiertos por los seguros. Quizá en un futuro no muy lejano, cuando los científicos entiendan más la química detrás del placer en las mujeres, se vendan libremente como si fuesen analgésicos.