20 años de la última tarde del Estadio Municipal de Aguascalientes 

Gilberto Valadez

Aguascalientes, Ags.- La tarde del sábado 9 de marzo de 2002, el Estadio Municipal vivió su primer juego de futbol de la máxima categoría y que, irónicamente, marcaría la última actividad formal para el viejo inmueble de la ciudad que entonces ya superaba medio siglo de historia.

En aquella fecha, los Rayos del Necaxa vencieron con goleada de 3-0 al Pachuca, entonces campeón vigente del circuito, mediante anotaciones de Carlos González, Diego Martínez y Braulio Luna. Por el equipo rival, el recién nacionalizado Gabriel Caballero había fallado un tiro penal cuando el marcador no se había movido.

Ese juego correspondiente a la fecha once del Torneo de Verano 2002 del balompié nacional marcaría el adiós del viejo aforo de la Colonia Héroes, que para entonces había comenzado a ser demolido, y entonces dar paso al Estadio Victoria, que sería inaugurado un año después. Aunque el Municipal tiene su propia historia.

No sólo futbol vive el hombre

Inaugurado en la década de los cuarenta, el Estadio Municipal no era exclusivo para la práctica del futbol con su correspondiente empastado. También tenía una pista de atletismo, con una fosa con agua para carreras denominadas steeplechase y que sirvió para diversas competencias locales o estudiantiles.

De igual forma, el Estadio Municipal era un escenario para que atletas de la ciudad capital acudieran a ejercitarse sobre la pista de atletismo. Situación más notoria durante los fines de semana.

En aquella época, el aforo tenía un reducido número de butacas solamente para los costados alrededor del campo de futbol. Pues atrás de las porterías, carecían de graderío. Aunque se contaba con áreas verdes.

No fue sino hasta el 28 de octubre de 1992 cuando el Estadio Municipal fue ampliado a una capacidad total de 15 mil asistentes, con una ceremonia de reinauguración que incluyó un partido de futbol entre el equipo Chivas de Guadalajara y una selección local que daría pelea. Los tapatíos ganaron apuradamente 3-2 y el primer gol fue anotado por Mario Arteaga, delantero de las Chivas que ese año integró la selección mexicana en los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Nido de aves

Aunque no perdió su aforo para el atletismo, el Municipal se caracterizó luego por ser la cancha de los primeros arribos del futbol profesional a Aguascalientes.

Cuando la categoría de Primera División A fue creada en 1994, la ciudad contó con un representativo llamado Halcones. Aunque estuvo dirigido por José Antonio Roca, ex timonel de México en el Mundial de Argentina 78, y contó con elementos como el portero Pilar Reyes o el defensa Isaac Terrazas, los Halcones tuvieron un fugaz paso de apenas una campaña y siempre en los últimos lugares. Sin embargo, la afición respondió con varios llenos en la cancha de la colonia Héroes.

Para 1995 nacieron los Gallos de Aguascalientes, de Segunda División. El nuevo club tuvo como sede el Estadio Municipal y con un éxito deportivo que sorprendió a la afición local. Tres años después ya habían ascendido a Primera División A y en 2000 incluso se coronaron campeones de la categoría superando a La Piedad, aunque el juego por el título se jugó como visitante.

Sólo que, en 2001, tras el anuncio de la mudanza del Necaxa a Aguascalientes, el Municipal tenía los días contados. El viejo estadio cerró luego de marzo de 2002 para construir el nuevo aforo que pasó a llamarse Victoria.

Aunque los Gallos sí llegaron a jugar otros partidos en el inmueble,  cuando ya había paredes literalmente derribadas, no fue lo de antes y tuvieron que mudarse al Estadio Olímpico de Ciudad Deportiva. La franquicia se vendió en 2002 al Tapatío.

Con el Victoria, algunas cosas desaparecieron de plano, como la antigua pista de atletismo que nunca repusieron las autoridades en turno. O los llenos que se tuvieron con otros planteles de Aguascalientes.