Redacción
Zacatecas.- Una riña que inició durante un partido de futbol amistoso entre reos pertenecientes a los cárteles del Golfo y de Sinaloa dejó como saldo 16 personas muertas y 12 heridos, donde 5 de ellos están graves.
Tras el incidente, un poco más de cien personas que eran familiares de los reos se encontraban fuera del penal, desesperados, exigiendo conocer los nombres de los muertos y heridos. Incluso, algunas mujeres se enfrentaron con las autoridades penitenciarias para obtener más información.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas (SSPZ), Ismael Camberos Hernández y sus escoltas se confrontaron con los inconformes, quienes impidieron que el funcionario ingresara al penal por la aduana principal, pues en el interior, trascendió, había una riña.
Camberos Hernández se vio obligado a bajar de su vehículo e ingresar a pie por otra puerta, mientras que otros 150 policías estatales antimotines y un helicóptero de la SSPZ sobrevolaba la zona. El conflicto se había originado ante el descontento de grupo de reos que se amotinó en rechazo a ser reacomodados.
Casi 16 horas después de la riña, con la presión de familiares y la presencia de los medios de comunicación, dos comandantes de la policía estatal salieron de la prisión para leer la lista de muertos y heridos.
Quince de los 16 reos murieron en el penal, unos en el área común de población, otros en sus celdas, unos más en los baños o en pasillos. Uno más falleció en un hospital.
Ya durante la tarde del miércoles, cientos de policías continuaron con el reacomodo de reos y realizaron una nueva revisión en busca de armas.
Apenas la mañana del lunes 30 de diciembre, Camberos informó en un comunicado que integrantes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) realizaron un cateo en ese penal de mediana seguridad con una población cercana a mil reos, que resultó en el decomiso de decenas de armas punzocortantes, drogas y teléfonos celulares.
Después del enfrentamiento, Camberos Hernández dijo que cuatro pistolas y las numerosas armas punzocortantes encontradas en el lugar habían sido introducidos al penal el día de la riña por familiares de los internos.
Con información de La Jornada