Clara Ramírez
Aguascalientes, Ags.- Retirarle el título de concesión del servicio de agua potable a la empresa CAASA le costaría al municipio de Aguascalientes alrededor de 800 millones de pesos, que han sido la pared con la que se han topado los anteriores gobiernos municipales que han pretendido rescindirle el título, así lo indicó el alcalde Juan Antonio Martín del Campo.
Por ello mencionó que si la alcaldesa entrante Teresa Jiménez quiere cumplir con su promesa de campaña el ayuntamiento se podría ver afectado porque se dejarían de destinar los recursos correspondientes de dos años para proyectos de obra pública.
“CAASA ya se va, no le daremos permiso de que se quede ni un solo momento, tendremos esa responsabilidad histórica para que hagamos ese camino, para que la concesión regrese a las manos del Gobierno Municipal. Necesitamos precios justos, necesitamos un servicio de calidad”, mencionó la entonces candidata del PAN a la alcaldía de Aguascalientes en el debate organizado por el Instituto Estatal Electoral.
Sin embargo, en caso de retirársele la concesión a CAASA se debe optar por encontrar otra empresa que brinde mejores condiciones y tenga la capacidad económica para brindar un buen servicio, ya que el municipio de Aguascalientes por sí mismo no podría otorgar el suministro de agua como se hace actualmente por los costos de operación.
Habrá que decir que el título de concesión vence hasta el año 2023.