Gilberto Valadez
Los periodistas en México nos estamos cansando.
Aguascalientes, Ags.- Cansados de contar a los periodistas asesinados, fastidiados de la impunidad con que se asesina a un comunicador sin que se detenga a nadie o en su defecto se fabriquen chivos expiatorios, hartos de la indiferencia de quienes gobiernan…
En los últimos 17 años, más de un centenar de compañeros han perdido la vida. Sobra decir que la mayoría de los casos tiene relación con su actividad personal; aunque las autoridades se saquen de la manga líneas de investigación que ni siquiera ellos terminan creyendo.
El último expediente de un periodista ultimado en México es el de Javier Valdez, reconocido a nivel internacional merced a sus indagaciones en torno al crimen organizado y sus secuelas: huérfanos, desplazados, muerte. Siguiendo el principal compromiso que debe seguir el reportero: la información es un derecho de la sociedad.
Hoy, Javier Valdez ya no está con nosotros. Como antes fueron privados de la vida numerosos colegas de Veracruz, Chihuahua, Morelos, Oaxaca, Sonora. Prácticamente toda la geografía nacional se ha teñido de rojo.
Sin embargo, esa es solamente la punta de un terrible iceberg que priva en el periodismo mexicano. Debajo están muchísimos casos que ni siquiera son del dominio público: amenazas veladas, agresiones físicas, gobiernos de todos los colores que no aceptan el periodismo crítico, amagos de demandas, periodistas que deben salir de su ciudad o estado…
Más aún y porqué no decirlo: salarios insuficientes, el conformismo de algunos y la indiferencia de quienes dirigen algún medio de comunicación pues llegaron a ese puesto gracias a influencias, más que primero por haberse matado consiguiendo una noticia.
Si algo positivo puede contarse de este horror fue la solidaridad de cientos de periodistas a nivel nacional que este martes 16 salieron a manifestarse pacíficamente en sus respectivas ciudades. El luto alcanzó al gremio y este respondió uniendo sus manos; al menos por ahora.
No obstante, somos periodistas y como tal, tenemos que mantener el escepticismo: la poca capacidad de respuesta mostrada hasta el momento por Ricardo Sánchez Pérez al frente de la Fiscalía para Delitos contra la Libertad de Expresión no genera buenos augurios. Tampoco la falta de garantías al gremio en los estados más calientes del país que permitió el crecimiento de un cáncer ya muy complicado de extirpar.
Tras la muerte de Javier Valdez, el hastag de respuesta en Twitter fue #NosEstanMatando. Ojalá no tengamos que cambiarlo por la pregunta ¿quién sigue?