Los casos de alteración de alimentos más sonados a lo largo de la historia

Grandes Medios

El reciente caso de inserción de agujas dentro de las fresas está siendo investigado minuciosamente por las autoridades australianas. Y es que el hecho dejó a la población completamente anonadada, tanto que ahora evita a toda costa llevarse las frutas, que terminan perdiéndose en los anaqueles.

Sin embargo, el vicepresidente de la Asociación de Productores de Fresas de Queensland, Adrian Schultz, calificó la acción como un acto de “terrorismo comercial”, cuyo único objetivo era poner en jaque a una industria multimillonaria.

El “sabotaje” de las fresas en Australia recuerda mucho a otros casos relacionados con los alimentos que han escandalizado a naciones enteras. De hecho, en todo el siglo XX, en lo que ha sido el proceso de producción y distribución de la comida a nivel industrial, se han reportado eventos de envenenamientos masivos y alteración de alimentos, bebidas e incluso fármacos.

Básicamente, las personas están conscientes de esta nueva realidad. A continuación, rememoramos algunos de los más sonados a través de la historia.

1920 – 1933: Alcohol desnaturalizado en EE.UU. durante la ley seca

El alcohol no siempre fue aceptado en la sociedad, por allá entre los años 1920 y 1933 era un elixir prohibido. En Estados Unidos la Enmienda XVIII condenaba la fabricación, venta y transporte de bebidas alcohólicas para el consumo público. Esta “Ley seca”, como transcendió en la historia, nada más permitía el uso del alcohol para fines industriales. Y era tanto así, que el Gobierno se encargó de hacerlo “imbebible”.

Fue entonces cuando comenzó a promoverse la “desnaturalización del alcohol”, que no era otra cosa que la adición de productos químicos para que la bebida no fuera apta para el consumo humano. Las propias agencias federales dieron el visto bueno de añadir sustancias “envenenadoras” al alcohol de uso industrial, tales como: alcohol metílico, benceno, cadmio, cloroformo o acetona, formaldehído, gasolina, kerosene, nicotina, sales de mercurio, yodo y zinc.

Era la forma que se le ocurrió al Gobierno de hacer frente al mercado negro, que se las ingeniaba para hacer llegar la bebida a la población en general, transformando el alcohol industrial en uno de consumo público, en condiciones en las que escaseaban los productos de calidad.

Si se analiza la situación, las autoridades no planeaban envenenar el alcohol de consumo humano, pues este realmente estaba prohibido y no se podía adquirir por las vías legales. La añadidura de sustancias tóxicas tampoco tenía como objetivo matar a los infractores de esta ley. Pero, finalmente, fueron responsables de agregar sustancias mortíferas a la bebida que, hoy por hoy, puede encontrarse en cualquier expendio.

Aunque no se manejan cifras exactas de cuántas muertes causó todo el alcohol envenenado durante esa época, Deborah Blum, autora del libro “The Poisoner’s Handbook: Murder and the Birth of Forensic Medicine in Jazz Age New York” (que en español se traduce como Manual del envenenador: El asesinato y el nacimiento de la medicina forense en la edad del jazz de Nueva York), las cifra en más de 10.000.

1982: Asesinatos con Tylenol en Chicago

El popular analgésico conocido como Tylenol causó, en 1982, la muerte de siete personas en Chicago, Estados Unidos, incluyendo la de una menor de 12 años. Resulta que algunas píldoras habían sido contaminadas con cianuro de potasio. A raíz de ese incidente se establecieron nuevos mecanismos de protección para los fármacos, cuyo objetivo era evitar posibles manipulaciones, como los sellos plásticos y láminas de aluminio.

James W. Lewis, que ostentaba el cargo de asesor fiscal, ofreció a Johnson & Johnson, la empresa fabricante, detener los asesinatos por el pago de 1 millón de dólares. Esas declaraciones lo llevaron a la cárcel por extorsión, pero nunca fue inculpado directamente por las siete muertes.

2008: Leche infantil tóxica en China

2008 fue un terrible año para más de 300.000 niños en China, que enfermaron luego de consumir leche infantil contaminada con melanina (un compuesto orgánico). Si se ingiere, este químico puede ocasionar insuficiencia y cálculos renales. El objetivo de adicionarle la sustancia a la leche fue disfrazarla como apta para el consumo.

Aún cuando la afección masiva de infantes se convirtió en un escándalo en toda la nación y fuera de sus fronteras, la empresa productora, Sanlú, ocultó por meses el hecho a las autoridades. El resultado de esa decisión fue la muerte de al menos seis niños y la hospitalización de unos 54.000.

El castigo impuesto por la justicia para un productor lechero y un vendedor de leche fue la ejecución. Se les acusó atentar contra la seguridad pública a través de la producción de un alimento altamente tóxico. Otras 19 personas fueron encarceladas por estar vinculadas al caso y, tras el alboroto, el Gobierno chino decidió auditar a todas las empresas de la industria lechera.

2012-2013: Carne de caballo en lugar de carne de ternera

Un escándalo relacionado a la carne se suscitó en Australia para el año 2012. Tras una inspección de la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda a las hamburguesas de ternera congeladas y otras comidas que se preparan en los supermercados, se reveló, en el estudio que publicaron posteriormente en 2013, que todos esos productos, supuestamente de ternera, contenían un porcentaje o rastro de ADN de caballo y en un 85% también se halló ADN de cerdo. Casi todas las comidas precocinadas de ternera incorporaban ADN de cerdo.

Luego de que se publicaran los resultados de esa investigación, el escándalo se corrió rápidamente y salpicó a supermercados irlandeses y británicos. Incluso en otras latitudes como España, Países Bajos y Polonia hubo controversia por este hallazgo.

En Francia ordenaron una investigación parecida, que luego se hicieron en toda Europa. Y aunque en realidad la carne de caballo no representa ningún riesgo para la salud (de hecho en Japón, Bélgica y otros países es normal comerla), los consumidores se mostraron descontentos  y esto perjudicó la imagen de supermercados y proveedores.

2017: Envenenamiento de comida para bebés en Alemania

Un hombre de 53 años fue apresado por la policía de la ciudad alemana de Konstanz, situada en el suroeste del país, por envenenar comida para bebés. Las cámaras de seguridad captaron al sujeto en septiembre de 2017 colocando etilenglicol a estos alimentos, un compuesto químico que es capaz de causar insuficiencia renal y hasta la muerte, si ocurre una intoxicación severa.

El hombre envió una amenaza a la policía por correo electrónico en la que exigía 10 millones de euros (alrededor de 12 millones de dólares) a cambio de no colocar 20 tipos de alimentos envenenados en los estantes de todos los supermercados del país.

Por suerte, las cámaras de seguridad lo grabaron cuando colocaba cinco frascos de comida para bebé con el compuesto químico tóxico en un supermercado de Friedrichshafen, una localidad cercana a Konstanz. Evidentemente las autoridades procedieron a su arresto.

2017: Escándalo de la carne podrida en Brasil

Quizá uno de los más recientes es el de la carne podrida en Brasil. La Policía Federal de Brasil informó, a mediados de marzo de 2017, que varias empresas cárnicas del país, incluyendo a las gigantes JBS y BRF, estaban comercializando carne adulterada. Se hallaron ácidos y otros productos químicos, algunos de ellos cancerígenos, en la carne analizada de estas dos compañías. Se usaban para ocultar la apariencia y olor del producto podrido.

Según Mauricio Moscardi, jefe de la Policía Federal, estos productos estaban vencidos y eran cancerígenos. Lo peor de todo es que se destinaban a escuelas públicas estatales de la región, por lo que muchos niños resultaron afectados “para satisfacer el interés económico de esta poderosa banda criminal”, dijo.

Las autoridades comentaron que la salud pública no estaba en riesgo, pues se trataba de casos aislados.Pero este escándalo afectó la industria, porque varios países, incluyendo a China, Estados Unidos, la Unión Europea y México suspendieron las importaciones.