Lo sagrado y lo profano aguardan en el Museo Nacional de San Carlos

La Jornada

CDMX.- El mundo se vuelve un poco más amable cuando se camina por la planta alta del Museo Nacional de San Carlos: obras de El Pontormo, el Guercino, Murillo y de Maestro de Perea, entre otros, aguardan a los visitantes de la exposición Del Pontormo a Murillo: entre lo sagrado y lo profano.

La muestra, cuya inauguración oficial será este jueves y el viernes se abrirá al público, reúne piezas de acervos mexicanos y de la Galería Colnaghi, una de las más importantes del mundo.

Es un recorrido que parte del gótico español, con el retablo Adoración de los Reyes Magos, de Maestro de Perea, el Renacimiento, el manierismo y el barroco con la contemplación de las 50 obras que la forman, 20 de las cuales provienen de la Colección de la Galería Conalghi y el resto de acervos mexicanos de museos como el Nacional de San Carlos; el de Guadalupe, de Zacatecas; el templo de San Felipe Neri La Profesa, y las colecciones Pérez Simón y Franz Mayer.

Esta es la primera vez que varias de estas piezas se presentan en México y, más aún, que se unen las obras de la Colnaghi en un solo espacio ya que, de acuerdo con el curador de la exhibición, José Gómez Frechina, generalmente se encuentran en Nueva York, Londres y Madrid. Es la primera ocasión que pueden verse en un solo lugar.

Entre las piezas más importantes destacan Ecce Homo, de Luis de Morales, El Divino; Virgen de la leche, de Fray Nicolás de Borrás; La virgen María durmiendo, de Francisco de Zurbarán; dos cuadros de José de Ribera, recientemente restaurados: San Juan Bautista en la fuente y San Sebastián, además de trabajos de Juan Esteban Murillo, de quien este año se conmemora el 400 aniversario de su natalicio.

Del Pontormo a Murillo… es una de las exposiciones que, quizá con la de Massimo Listri, será de las más importantes del año, sobre todo por la cantidad y calidad de las piezas que van a apreciar, explicó la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho.

“Pocas exposiciones como ésta –añadió la funcionaria– van a permitir darnos una idea tan amplia de lo que es el periodo de estas formas expresivas en la plástica del barroco, el manierismo y el Renacimiento.”

Asimismo, destacó que habrá un espacio de inmersión, lugar de creación, imaginación y juego, donde el público de todas las edades, especialmente el infantil, podrá profundizar en algunas de las obras de la exposición de una manera lúdica y divertida.

Konrad Bernheimer, presidente honorario de la Galería Colnaghi, de Londres, dijo que la muestra es un diálogo de la pintura que traemos de Europa con las obras buenísimas que tienen en este museo y en este país. Verán unos diálogos bastante interesantes.

La exposición, que concluirá el primero de octubre, también permite una reflexión sobre la importancia de que la sociedad se involucre con los museos de forma activa. Carmen Reviriego, presidenta de Callia y de los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo, instituciones que colaboraron en esta exposición, destacó que “nos dedicamos a promover el coleccionismo desde un punto de vista artístico, social.

“Un dato que es muy importante: en 2008 al Museo del Prado le redujeron 60 por ciento de la inversión institucional, pero ahora es 70 por ciento autofinanciable; en 2008 tenía 3 mil amigos, ahora son 35 mil.

En cualquier país civilizado es obligatorio que la sociedad se comprometa con la cultura y el arte. Es muy importante transmitir a la comunidad que hay que comprometerse con el arte, con los museos y ese es el trabajo que Callia, a través de los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo, viene a hacer a México, viene a ayudar y a conocer a estos grandes coleccionistas para que traigan sus obras, las presten y las pongan a disposición de toda la sociedad.

El Museo Nacional de San Carlos se ubica en Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera.

Anterior
Siguiente