Juana Inés, una gran mujer

Excelsior

CIUDAD DE MÉXICO.- Trasladar los detalles puntuales de los historiadores acerca de la vida y época de Sor Juana Inés de la Cruz al lenguaje de la televisión no fue un trabajo sencillo para la productora Patricia Arriaga. Sin embargo, logró conciliar ambos puntos de vista en la miniserie Juana Inés, en la que hay claras licencias históricas para abordar la historia de la Décima Musa recreada por Arcelia Ramírez.

“La serie trató de contar la vida de Sor Juana para un público del Siglo XXI. Nos tomamos varias libertades históricas, porque es difícil que hoy el público se enganche con un personaje a partir de la realidad del siglo XVII porque, por ejemplo, las monjas siempre tenían velo, pero yo no podía tener a las actrices con este elemento que no funciona en televisión. Necesitas ver al personaje, las expresiones, las miradas, es decir, todo el lenguaje audiovisual que tiene que rebasar la parte histórica por fuerza. Eso no quiere decir que no sepamos que estamos incurriendo en un error histórico, pero lo tuvimos que hacer.

Esta Juana Inés es una idea de lo que pudo haber sido ella, de su personalidad echada para adelante, soberbia, muy brillante, lista, que manipulaba para conseguir lo que quería, porque tenía favores de uno y enemigos de otro lado. Es una Juana Inés filtrada por el siglo XXI: la hacemos rebelde desde lo que conocemos de este siglo y no sólo mirando a los ojos de un prelado, porque nadie lo entendería. Lo mismo pasó con el acento, porque la gente no quiere un doctorado en historia, sino ver una serie y pasarla bien. En algunos momentos hicimos una combinación extraña en el lenguaje, con el objetivo de que el público entrara a la historia y se conectara con los personajes desde una óptica del siglo XXI”, enfatizó Arriaga en entrevista con Excélsior.

El padre de la productora, Carlos Arriaga, fue el director del Centro Cultural Sor Juana Inés de la Cruz en San Miguel Nepantla, lugar de nacimiento de la poetisa. Por ello, la obra y vida de la escritora le fue cercano a Patricia desde niña. Sin embargo, la serie fue creada bajo preguntas fundamentales: ¿en qué año nació y cómo se llamaba? ¿Por qué entró al convento y por qué dejó de escribir?, mismas que en su momento planteó el escritor mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990.

“A partir de esas preguntas elaboramos la serie. Es muy difícil hacer un documental de la época y vida de Sor Juana Inés de la Cruz sin recreaciones, porque no hay nada. Se me ocurrió hacer una miniserie histórica y jugar con estas incógnitas, así que tomamos los datos que se conocen sobre la vida de Sor Juana —sobre los que hay debates, porque hay muchos sorjuanistas y tienen sus diferencias— para tratar de contar la vida de esta mujer para un público del siglo XXI. Los historiadores sufren y yo con ellos, aunque no lo crean, porque ciertamente hay cosas que no eran así”, explicó la también creadora de la miniserie Réquiem por Leona Vicario (2015).

La productora reiteró que esta serie de Canal Once, que se transmite los sábados a las 21:30 horas y que tardó siete meses en realizarse con el apoyo de historiadores y académicos de la UNAM, el Colegio de México y la Universidad Iberoamericana, es una hipótesis de quien fuera la poetisa de Hombres necios, más que como monja, como mujer.

“La idea de la serie es sacar, digo de una manera jocosa, a Sor Juana del pequeño mundo del billete de 200 pesos y que el público vea que era una mujer extraordinaria, llena de vida, inteligente, que escribía y vivía. No una monjita que escribía versos y que nadie quiere leer. Es nuestra Juana Inés. ¿Que nos equivocamos? Tal vez, pero es una apuesta fuerte.

“A los historiadores no les gusta que diga eso, a los sorjuanistas tampoco, pero Sor Juana Inés es de todos y ésta es una hipótesis de lo que pudo haber sucedido”, aseveró.

“Ya me acusaron de feminazi algunos investigadores de la UNAM, sólo por tomar el punto de vista de la mujer, porque no es que hubiera un grupo de malos que no querían que una monja no escribiera, es que esa era la manera de entender a la mujer en ese momento. No diría que Juana Inés fuera feminista, porque eso ni siquiera se entendía. Era una mujer que exigía el derecho a pensar y a estudiar. Muchas mujeres tardaron siglos en lograrlo”, aclaró.

Patricia Arriaga reveló que hay una actitud general de la academia frente a la televisión, pues la consideran bazofia y no les interesa trabajar para la pantalla chica, sea cual sea su señal.

“Les decía que sí tenía que hacer concesiones y que me ayudaran a trabajar bajo esas condiciones en las que tengo un arco dramático, una protagónica que es Juana Inés y obstáculos para que logre sus cometidos. Si no hacemos televisión juntos, ¿qué hacemos? No toda la televisión es mala, ni todos los libros y la academia son buenos. Les decía a los historiadores que trabajaron en la serie: no sufran, porque queremos que la gente tenga a Sor Juana cerca y la quiera leer y conocer. Además hay un punto ciego en la historia porque, ¿hasta dónde pueden saber los historiadores lo que sucedía en la vida privada?”, cerró la productora.

LA ANÉCDOTA

“En la Ibero pasé los exámenes de admisión con diez y en la entrevista final el padre Jesús Cortina, quien dirigía la carrera entonces, me dijo: ‘pasaste todo, pero no te dejaré entrar a la carrera porque eres demasiado guapa, te vas a casar y lo único que vas a hacer es quitarle el lugar a un hombre que va a trabajar para ganarse la vida y mantener a una familia’. Fue en los años 70 y son los ecos que llegan hasta nuestros días de lo que sucede a las mujeres”, relató Patricia Arriaga, acerca de la vigencia de la serie que destaca el derecho al conocimiento.

EN OTROS PROYECTOS

Arcelia Ramírez forma parte del elenco de la serie acerca de la vida de Joan Sebastian en la que interpreta a Teresa Figueroa González, quien fuera la primera mujer y gran amor del cantante, madre de sus hijos mayores José Manuel, Trigo de Jesús y Juan Sebastián.

“Es un personaje muy lindo, pues ambos terminaron siendo muy amigos, con una complicidad muy grande”, dijo.

Además participa en la serie de televisión El vato, que aborda las aventuras de un chico que desea convertirse en cantante en Estados Unidos y que se une con sus amigos de la infancia para buscar suerte en Los Ángeles, donde se encontrará con su madre adoptiva, quien en realidad es su tía. Ahí comparte créditos con Dasahev López Saavedra, Cristina Rodlo, Gustavo Egelhaaf, Ricardo Polanco, Itatí Cantoral y Mauricio Martínez.

Por su parte, la productora, escritora y directora Patricia Arriaga escribe un largometraje acerca de una guerrillera de la década de 1970. La ficción está basada en un incidente de Nepantla, donde hay una casa de la guerrilla de aquel entonces, en la que masacran a todos y una mujer logra escapar.

Además trabaja en la comedia romántica El clic y cómo lograrlo, en la que busca a Ximena Cuarón como protagonista. Se trata de Penélope, quien puede ver los hilos que conectan a las personas en el amor e intenta moverlos, aunque se enfrente al destino.

TRASCENDIÓ A SU ÉPOCA

En un mundo dominado por hombres, la poetisa y escritora Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) defendió su derecho al conocimiento y su libertad a expresar sus ideas más allá de su género e incluso de su religión. A más de tres siglos de distancia, el panorama de la mujer no es tan distinto desde el punto de vista de la actriz Arcelia Ramírez, responsable de recrearla en la serie Juana Inés.

“Lo que propuso esta serie fue hablar de la mujer y por eso se llama Juana Inés y no Sor Juana Inés de la Cruz. La intención era sacarla del billete de 200 pesos y hacer un recuento de la riqueza de su vida: hablar de esta niña superdotada que aprendió a leer a los tres años e hizo su primer poema a los ocho; esta mujer quien vivió una época en que absolutamente el mundo era de los hombres y las mujeres no tenían derecho a ejercer su libertad. Tuvo que luchar contra esta estructura para defender su derecho al conocimiento, a los libros, a escribir, e incluso a publicar.

“Se trata de un personaje que trascendió a las reglas de su época con una inteligencia sorprendente. Fue astuta, audaz y echó mano de todos los medios posibles: manipuló a quien tuvo que manipular y se aprovechó de los privilegios que le daba estar en la corte por ser la consentida de la virreina. Todo la llevó a un mismo objetivo: el conocimiento y las letras. En aquel entonces, para la mujer estaba prohibido y aunque en este momento no es tan claro, está implícito: las mujeres están sometidas a un sistema que no ha podido desarrollar una equidad de género y muchas veces están supeditadas a los quehaceres del hogar. Por eso, este personaje es inspirador”, afirmó Ramírez en entrevista.

Juana Inés enfatiza la vida cotidiana de Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, quien trascendió por su obra como una de las más prolíficas exponentes del Siglo de Oro de la literatura en español.

Para interpretar tal personaje, Ramírez hizo a un lado el imaginario colectivo acerca de la poetisa y abordó a la mujer bajo el hábito.

Cuando la productora Patricia Arriaga le confirmó el papel, la actriz sintió la responsabilidad, el compromiso y el desafío ante la envergadura de tal personaje, pero lo trabajó como generalmente lo hace con cualquier otro: conociéndolo. Fue así que revisó textos como Las trampas de la fe, La respuesta a Sor Filotea de la Cruz y La carta atenagórica, otras obras, sonetos y las películas que se hicieron sobre ella como Yo, la peor de todas (1990) y Constelaciones (1979).

“Cuando hago personajes que están tan presentes en el inconsciente colectivo, intento olvidarme de todo eso y abordarlo tratando de buscar su condición humana. Nos concentramos en abordar al personaje de carne y hueso, y contamos con guiones magníficos que detrás tuvieron una investigación exhausta, un rigor histórico y una enorme libertad creativa para ficcionar los huecos, las transiciones de un hecho histórico al otro y las cosas que no sabemos como por qué entró al Convento de las Carmelitas. Hubo una enorme libertad para crear todo ese universo. Fue un momento maravilloso de mi vida artística, un regalo muy grande que no hice sola, sino con el talento de Patricia Arriaga y un equipo de primer nivel”, acotó la protagonista de la afamada cinta La mujer de Benjamín (1991).

Para Ramírez, el objetivo de la serie es que conozcan al personaje, lo disfruten y admiren su fortaleza, además de permear la curiosidad para acercarse a su obra.

“Sus sonetos se antojan complicados, enigmáticos y laberínticos, pero son realmente maravillosos. El pensamiento es un músculo, es como ir al gimnasio, y la poesía es un trabajo de síntesis que bien escrito provoca mucho placer”, concluyó.

hch