Grandes Medios
El académico Eduardo Calixto González, de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de México (UNAM), afirma que enfadarse es beneficioso para el cerebro, pues aumenta la competitividad, los procesos de memorización y la atención sobre ciertos elementos, algo que en diferentes condiciones no ocurriría.
Cuando estas enfadado el sistema nervioso central reacciona para expresarse, oponerse, eludir algún tipo de molestia y poder conseguir algo a favor, indica el doctor, quien además lidera el departamento de neurobiología en la Dirección de Investigaciones de Neurociencias del Instituto de Psiquiatría de México.
Un proceso neuroquímico inmediato
“Un cerebro enojado lo que quiere es tener la razón y quiere escuchar que tiene la razón”, sustenta el profesor. En consecuencia, estima que es una equivocación decir “cálmate” o procurar pedirle tranquilidad a alguien enojado, porque se va a irritar más.
Ese estado de ánimo que experimenta el cuerpo humano le permite liberar hormonas que incrementan la tensión arterial y la frecuencia cardíaca en un proceso neuroquímico que ocurre al instante. Sobre esto añade el científico:
Prácticamente se anula la parte más lógica y congruente del cerebro, para incrementar la actividad cardiovascular y respiratoria.
De acuerdo a los eventos explicados, Calixto afirma que resulta normal enfadarse durante más o menos treinta minutos. Pero advierte que cuando esta condición tarda más de cuatro horas, termina perjudicando la salud y convirtiéndose en una amenaza para el cerebro.
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