Dejan sin sede al INAH

Terra

CDMX.- Antes del sismo del 19 de septiembre, un procedimiento judicial ya había cimbrado las instalaciones del INAH en el Conjunto Aristos.

El propietario del inmueble, arrendado al organismo federal desde 2009, promovió un juicio para que la dependencia desocupara el domicilio de Insurgentes Sur 421, en la Hipódromo Condesa.

El arrendador, BVG Infraestructura, perfila convertir el sitio en “Soho Condesa”, condominio de lujo que puso a la venta previo al temblor y cuando su inquilino aún estaba dentro.

El INAH ganó el juicio civil en primera instancia y permaneció en las instalaciones hasta el día del terremoto. Desde entonces, no pudo entrar al Aristos, por el que pagaba mensualmente 3 millones 467 mil 920 pesos a la empresa propiedad de Elías Sacal, quien además es miembro del consejo directivo de la Federación Mexicana de Asociaciones de Amigos de los Museos (Femam), de la cual forma parte el Patronato del Museo Nacional de Antropología.

La renta mensual se incrementó en 473 mil pesos respecto de los 2 millones 994 mil 280 que el Instituto pagaba en 2009, y recientemente BVG notificó un aumento de 350 pesos por metro cuadrado, que habría dejado la cuota en 4 millones 826 mil 500 pesos, si se consideran los 13 mil 790 metros cuadrados que ocupaba la dependencia.

“Nosotros dijimos que no estábamos de acuerdo (con el aumento) y que tendríamos que revisarlo con el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin)”, explicó a REFORMA Diego Prieto, titular del INAH.

Consultado sobre si la venta de lofts de lujo fue una manera de presionar al organismo para que desocupara el inmueble —con pendones publicitarios que lo identificaban como Soho Condesa—, el funcionario responde: “Evidentemente no es lo más ortodoxo”.

Tras el sismo, trabajadores sindicalizados rechazaron regresar al Aristos por los daños al inmueble, aunque el Instituto recibió dos reportes que descartaban problemas estructurales.

“Había inquietud entre la gente por las fotografías (de los daños que circularon), y eso, combinado con el hecho de que los propietarios estaban en la tesitura de pedirnos la salida para darle otro destino, se combinó, y valoramos buscar otra sede”, dijo Prieto.

Aunque el INAH ya decidió dejar el inmueble, y así lo informó al dueño, el personal aún tiene sus pertenencias dentro y debe acordar con el propietario los plazos para retirarlas, porque no tiene acceso al conjunto.

“Con fecha 6 de octubre de 2017, el INAH recibió un oficio del arrendador en el que nos informa que no podemos utilizar las instalaciones hasta que reciba el dictamen del Director Responsable de Obra que contrató para revisar el edificio y hasta que determinen el procedimiento para las reparaciones del edificio contiguo, que forma parte del mismo conjunto (y donde se presentaron los mayores daños)”, informó Prieto.

La dependencia recibió el oficio 17 días después del sismo del 19 de septiembre.

El documento no definió plazo de entrega para el dictamen y tampoco mencionaba alternativas para solucionar la estancia provisional, en tanto se conocía el resultado.

Frente a la demanda de desocupación del inmueble en un juicio civil, el INAH consignó de manera mensual el pago de las rentas ante la Dirección General de Consignaciones del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, desde enero y hasta agosto de 2017. “Es importante destacar que este procedimiento judicial iniciado por el arrendador fue resuelto a favor del Instituto en esta primera instancia”, subrayó Prieto.

Con su decisión de retirarse, quedaría sin efecto el proceso judicial, aclaró.

Mientras busca un espacio adecuado, el INAH se ha repartido temporalmente en otros inmuebles que le pertenecen. “Sin embargo, estos espacios son insuficientes para el pleno desarrollo de la operación institucional”, reconoció Prieto.

La decisión del INAH de trasladarse al Conjunto Aristos fue cuestionada desde el principio:

-La Auditoria Superior de la Federación (ASF) señaló que el INAH no presentó propuestas de inmuebles para arrendar.
-La ASF encontró que el INAH decidió arrendar ese inmueble en específico sin argumentar la necesidad.
-La prensa cuestionó que Virginia Clasing, esposa del entonces titular del INAH, Alfonso de Maria, fuera parte de Femam, asociación que dirigía Elías Sacal, dueño del Aristos.
-Los trabajadores consideraron desde el principio que no era seguro para el millar de empleados que laborarían allí.

Trabajadores del INAH y el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) lanzaron una alerta en Facebook por la venta de departamentos de lujo en el Conjunto Aristos, donde ambas dependencias tenían sus oficinas. El edificio del Conafe resultó con daños estructurales que lo hacen inhabitable, de acuerdo con el informe de suspensión de labores publicado en el Diario Oficial de la Federación el 4 de octubre.

REFORMA solicitó información a la inmobiliaria, sin recibir respuesta. Por su parte, los portales que ofrecen departamentos en el Desarrollo Soho Condesa dicen que, por el momento, la ventas se detuvieron porque el Conjunto Aristos se encuentra en revisión tras el sismo del 19 de septiembre.