Grandes Medios
Estados Unidos.- El pez más grande en los mares terrícolas mide 12 metros o más, elige un variado menú de plancton como su dieta favorita, junto a pequeños animalitos que distraídos caen en su colosal boca abierta, mientras sobrenada cerca de la superficie. Ese es el Tiburón ballena, del que se asegura eruditamente que podría vivir, hasta 130 años y pesar unas 20 toneladas.
Para alimentarse, solo tiene que abrir de par en par sus descomunales mandíbulas y absorber todo lo que está en su cercanía. Después cierra la bocaza, expulsando y filtrando el agua salina por las agallas. De manera que todo lo cautivado, es ingerido por este tiburón gigante, que sobrepasa al “tiburón peregrino”, el segundo pez en tamaño del mundo.
El tiburón ballena, es una especie única que desafía a los estudiosos de los procesos de crecimiento y reproducción de los escualos, ahora que son considerados en vía de extinción y que no se conoce la cantidad real de especímenes vivos, habitando en los océanos.
Mahmood Shivji, profesor y científico de la Universidad Nova Southeastern de Florida, calcula que la longevidad de esta especie es explicada, desde que se realizaron estudios, cuya conclusión estableció un rango entre 79 y 174 años de vida, aunque también se pretendía dar respuesta a muchos interrogantes sobre estos gigantes marinos. Por ello desarrollaron un modelo matemático, que complementó las observaciones hechas en esqueletos y ejemplares vivos, encontrados en el océano Índico.
A pesar del enorme tamaño, el tiburón ballena es un pez manso, que a veces permite a los buceadores nadar agarrados a ellos. Actualmente está inscrito en el listado de especies vulnerables, sin que por ello dejen de ser cazados en algunos países de Asia, como Taiwán y Filipinas.