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Estados Unidos.- ¿Por qué será que cuando estás a dieta es cuando más se te antoja comer algo grasoso? Por suerte, existe una forma muy particular de sacarte esa ansiedad y es precisamente oliendo comida grasienta durante dos minutos, según unos científicos de la Universidad del Sur de Florida.
Parece contradictorio oler una pizza o una hamburguesa para no comerla luego, mientras que para quien está a dieta podría ser una tortura. Sin embargo, el experimento científico sí que funciona. Resulta que exponer a las personas a los olores de alimentos poco sanos y grasosos los impulsa a elegir entre las opciones más saludables del menú.
El estudio se llevó a cabo con 900 niños en una cantina escolar. Cuando los investigadores atomizaron esencia de pizza, cayó a un 21,43% la cifra de escolares que eligieron comida poco saludable, frente al 36,96% cuando diseminaron fragancia de manzana y 36,54% sin ningún olor.
La teoría del estímulo olfativo
Los investigadores concluyeron que el aroma de los alimentos grasosos genera una reacción de satisfacción en el cerebro, lo que provoca una reducción en los niveles de ansiedad por comer cosas poco saludables. De acuerdo con su hipótesis, solo hacen falta dos minutos de estímulo olfativo para activar la función neurotransmisora sobre la hormona de la recompensa.
Resultados contrarios a esta teoría arrojó el estudio realizado en 2017, en el que se concluyó que la persona puede aumentar de peso con solo oler la comida. Esta aseveración pone en duda la práctica del estímulo olfativo para dejar de comer, al menos hasta que la ciencia pueda probar su efectividad para adelgazar.
Mientras tanto, parece un riesgo oler una rica pizza cuando se está a dieta, aunque si lo que te provoca es comértela, sabremos que este truco no funciona, al menos contigo.
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