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Washington.- La Administración de Donald Trump está en busca de una expansión de los poderes del Departamento de Seguridad Nacional para acelerar las deportaciones de migrantes indocumentados en territorio estadounidense.
Las nuevas medidas sugieren que el Departamento de Seguridad Nacional estaría facultado para buscar la expulsión de migrantes en cualquier lugar de Estados Unidos que no puedan probar que han vivido en el país por más de 90 días, de acuerdo con un memorándum de la Casa Blanca obtenido por el diario The Washington Post.
Desde 2004, la agencia fue autorizada para evitar tribunales de migración y deportar únicamente a migrantes indocumentados que hubiesen vivido por menos de 15 días en el país y fueran arrestados en un radio de 160 kilómetros de la frontera.
De concretarse, las nuevas medidas representarían una importante ampliación de la autoridad del Departamento de Seguridad para acelerar las deportaciones bajo la Administración del Presidente Donald Trump.
El diario cita a dos funcionarios de su Administración que confirmaron que ya se está revisando la nueva política, la cual no requeriría la aprobación del Congreso estadounidense.
El documento afirma que las nuevas garantías para las deportaciones mejorarán la seguridad nacional y pública, al aliviar los atrasos históricos en los tribunales de migración, los cuales han retrasado audiencias hasta por dos años.
Además, el memorándum indica que a principios de 2017 había más de 534 mil casos de deportación pendientes en tribunales de migración.
Por otra parte, funcionarios familiarizados con el tema afirmaron que los migrantes menores no acompañados no están actualmente sujetos a las deportaciones aceleradas, ni estarían sometidos a las nuevas directrices que se revisan.
Las nuevas medidas buscan tener un efecto disuasivo sobre los migrantes que consideran ingresar al país ilegalmente o sobrepasar el tiempo de sus visas, según reportes de otro funcionario que habló bajo condición de anonimato.
Por otra parte, el documento indica que los migrantes incluidos en el proceso de deportación acelerada -conforme a las nuevas directrices del Departamento- se les ofrecerá la oportunidad de reclamar un temor creíble por prosecución o tortura, así com ser entrevistados por un oficial.
De encontrarse un miedo creíble en el caso del migrante, la persona será remitida con un juez de migración para que considere su caso más a fondo.
Joanne F. Talbott, vocera del Departamento, dijo que no ha visto el documento, aunque lo describió como un borrador y enfatizó que el Secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, no ha tomado ninguna decisión final al respecto.