El Semanario
Desde el momento que enciendes por vez primera un Smartphone este ha comenzado a llevar una base de datos sobre tu vida, para después venderla al mejor postor.
Nuestro moderno estilo de vida requiere que estemos conectados a la web en todo momento, ya sea por motivos de estudio, trabajo o estar en contacto con familiares y amigos. Para hacerlo, gran parte de la población mundial cuenta con un teléfono inteligente. A pesar de la competencia entre dispositivos iOS y Android, los móviles Android representan más del 80 por ciento del mercado global, ya que tienen varias marcas detrás.
Al estar en línea las 24 horas del día, nos exponemos a que nuestros datos e información personal sea infiltrada por algún hacker, y ahora varias apps han sido señaladas de espiar a sus usuarios. Sin embargo, pocos saben que aunque no descargues una app, tu teléfono ya está siguiendo tus pasos, recolectando y compartiendo tu información.
Un estudio reciente reveló que desde el momento en que conectas tu Android a tu red de internet, este ha comenzado a obtener datos y vigilarte, sin importar si no has iniciado sesión con una cuenta de Google o descargado alguna app.
El software que viene preinstalado de serie es el recurso más perfecto de ese móvil para saber todo sobre las actividades que realizarás de ahora en adelante: dónde está, qué se descarga, qué mensajes manda, qué archivos de música tienes.
«Las apps preinstaladas son la manifestación de otro fenómeno: acuerdos entre actores (fabricantes, comerciantes de datos, operadoras, anunciantes) para dar, en principio, valor añadido pero también para fines comerciales. El elemento de gravedad lo aporta la escala: hablamos de cientos o miles de millones de teléfonos Android», comentó Juan Tapiador, profesor de la Universidad Carlos III y uno de los autores, junto a Narseo Vallina-Rodríguez, de IMDEA Networks y el ICSI (Universidad de Berkeley), de la investigación.
El estudio dirigido por los dos académicos españoles revela la seriedad del asunto. Ninguno de los hallazgos por sí mismo es radicalmente nuevo: es conocido que los móviles juegan sobre la línea roja de los permisos a la hora de recopilar y compartir datos. La novedad de la función de las apps preinstaladas está en su extensión, falta de transparencia y posición privilegiada dentro del móvil.
«Hasta ahora las investigaciones sobre los riesgos de privacidad en móviles se habían centrado en apps que están listadas en Google Play o en muestras de malware». Ellos analizaron los programas que los dispositivos Android tienen preinstalados de fábrica, en 1,742 móviles de 214 fabricantes en 130 diferentes países.
Para obtener estos resultados, los investigadores crearon la aplicación Firmware Scanner, que recogía el software preinstalado de los usuarios voluntarios que se la descargaron. El código abierto del sistema operativo Android permite que cualquier fabricante tenga su versión, junto con sus apps preinstaladas. Un móvil puede tener más de 100 apps preinstaladas y otros cientos de librerías, que son servicios de terceros incluidos en su código, muchos de ellos especializadas en vigilancia del usuario y publicidad.
Una vez que nuestro teléfono inteligente comienza a recopilar nuestra información personal, está es compartida con diferentes destinos: desde servidores del fabricante del dispositivo, a las empresas ya señaladas en nuestras vidas (como Facebook y Google), hasta corporaciones start-ups que reúnen la información personal de cada cual, la empaquetan con un identificador que se vincula a nuestro nombre y la venden al mejor postor.
¿Estás de acuerdo en que tu actividad sea vigilada y compartida con tal de estar conectado al mundo?
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